viernes, 9 de enero de 2009

no debo no debo no debo no debo no debo no debo...

se, eso de tener un blog y hacer copy/paste con una letra de cancion es lo menos.
lo menos de lo menos de lo menos, si.
bueno, y que?
si es lo que justo estaba sintiendo/pensando cuando me desperte a las 8 am y decidi encender la radio, dos cosas que no hago mas de 4 veces al año (encender la radio y despertarme temprano. por que sentir lo hago mas seguido y pensar, por desgracia, todo el tiempo).
me despierto a las 8 entonces, pensando sintiendo prendo la radio y el señor que viene una vez al mes y al que los amigos le dijeron que no se enamore la primera vez. y no les hizo caso (como yo a esa voz interior que me decia lo mismo). y nada y aca estoy.
y para colmo la letra la escibieron en conjunto con el otro poeta cantor español que tanto (te)gusta.

aca esta:


No te fíes si te juro que es imposible
no dudes de mi duda y mi quizás
el amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar.

La luna toma el sol de madrugada
nunca jamás quiere decir tal vez,
la muerte es un amante despechada
que juega sucio y no sabe perder.

Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.

No corras si te llamo de repente
no te vayas si te grito piérdete
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.

Se aferra el corazón a lo perdido
los ojos que no ven miran mejor
cantar es disparar contra el olvido
vivir sin ti es dormir en la estación.

jueves, 8 de enero de 2009

ataque de perro

male : eh gato

yo: eh perra JAJA
mira que loco, hoy bajo de un taxi subo a la vereda paso por al lado de una señora paseando un perro mediano casi grande, tranquilo, nos miramos, ningun sobresalto

male : aja?

yo: paso y sigo y de repente siento algo en el bolsillo de atras de mi bermuda
me doy vuelta y veo como la señora esta alejando al perro de mi y el muy traidor alcanza a hacer: -wouf!
le digo: -ponele bozal!!
me dice: no, si es bueno, no muerde
y yo posta que senti que me agarro con su boquita la bermuda

male : jajajaja naaaah cualquieraaa

yo: si

male : o sea si, te creo pero no da!

yo: te juro que quede como sorprendido por que no vi nada, todo paso a mis espaldas no sabia si putearla o llamar a la perrera o si partile la boca al animal de una patada

male : pero te mordio?

yo: no, por que agarro tela y fue medio un pellisconcito a la tela, como no tengo culo mordio aire

male : jajajajajajajaja

yo: si, jaja, a mi no me diver tanto

martes, 6 de enero de 2009

Del traidor y del héroe.

Tengo un problema de personalidad, casi un trastorno se podría decir.
No se como me llamo.
Bueno sí, se. Me llamo Omar Lautaro Mirco.

Cuando era muy niño Omar me parecía un nombre asonante, casi vulgar, supongo que no había descubierto el fascinante mundo de las especias, las alfombras mágicas y los pura sangre. O no los relacionaba con el nombre. Me parecía feo, punto.
y Lautaro, allá por los late 70's era un sonido casi impronunciable en boca de mis maestras y compañerillos, por ende tampoco lo quería, por raro.

Ya para los late 80's en primer año tuve un compañero y amigo llamado Lautaro. Desde el momento en que pise su hogar adopte mi segundo nombre con total naturalidad (pero no).
Me gustaban su barrio, sus amigos, su familia, su hermana (bueno eso va por otro lado).
En especial me gustaba como sonaba su nombre, mi nombre, en boca de todos ellos.
Lautaro! sonaba bien, casi majestuoso. Divino.
Pero me sentía como un Juan Sin Tierra anhelando un trono ajeno.

Después vino "Una voz en el teléfono", la novela, y la sola portación del nombre me ponía en un status de cuasi celebrity.
Y así seguía disfrutando pero con un secreto sabor amargo de saberme/creerme/sentirme un impostor.
El Lautaro de la historia era un cacique araucano que lucho hasta el final y casi logro expulsar al invasor español de las tierras trasandinas.
Y ahí también aparece mi conflicto, jamás me sentí capaz de llenar esos zapatos, grandes zapatos.
Por otro lado parece que Omar me llega por un gran poeta árabe, que parecen zapatos muy dignos de llevar también.
Hoy, desde los 14 ya van 20 años, me sigo llamando Lautaro pero hace unos años, tres, en que me reencontré con Omar, dejó de parecerme horrible. Todavía no alcancé la iluminación. Pero creo que mahoma va encarando hacia la montaña.
El héroe farsante, el farsante poeta, el tonto que quiere ser héroe, el poeta que quiere ser tonto.
El héroe, el poeta y el tonto del pueblo algún día todos serán uno.
Como en Highlander.