sábado, 27 de agosto de 2011

No te lo pongas!


El último jueves fui invitado a la presentación del libro “Alicia en el país de Alicia” que tiene ilustraciones de la genial Alicia Carletti, madre de mí amiga personal, Venecia Álvaro.

Había solcito y una temperatura agradable cuando salí de casa a mediodía, y opté por un saquito de verano color té-con-leche y un buzo de algodón debajo. Cuando arribé al Sofitel a las 19 hs, el frío polar que asolaba el barrio del Retiro era intenso. Por eso cuando me ofrecieron, apenas llegar, una copa de vino, blanco o tinto? Opté por el tinto para calentar un poco el cuerpo. Acto seguido le dí con un suplemento del diario a la copa, que derramo parte de su contenido sobre mi saco cuasi cremita. Gran contraste! (de hecho mientras escribo esto se me ocurre que la camisa color borra vino que cuelga en mi perchero puede ir muy bien con ese saco). Pero no pasa lo mismo con las manchas.

Conclusión: la elegancia no es algo absolutamente banal.

Si la temporada y la temperatura hubiesen coincidido con mi elección de saco, yo claramente habría tomado el vino blanco, lo derramaría con el mismo golpe cultural, lanzaría una risotada y comentaría que trae suerte.

Todas cuestiones muy profundas.